La discapacidad que te recorre.
- Disticia
- 14 oct 2017
- 5 Min. de lectura
Relato de la vida de un antihéroe, que escapa a los parámetros de la “normalidad” y de la inclusión capitalista.

Franco con un encendedor entre sus manos, fumando.
Franco tiene 21 años, padece sindrome de regresión caudal, una patología provocada por un daño en la médula que le generó una parálisis en la pierna izquierda y un problema en la vejiga. Pertenece a un colectivo de jóvenes que está interpelando fuertemente la vida de la sociedad capitalista hasta en sus más altas esferas como son la medicina tradicional, la psiquiatría y los conceptos de discapacidad e inclusión.
Cultiva su propia medicina, es vegano, sus gastos no sobrepasan los costos necesarios para cubrir las necesidades básicas y viaja para conocer culturas y costumbres diferentes y así aprender de ellas.
¿Cómo lo reconoces a Franco? Como un rayo que pasa todos los días por la ruta 11 que conecta Baigorria con Rosario, su cuerpo es promedio, de aspecto un tanto punk, le gusta vestir de negro.
Vive en la ciudad de Granadero Baigorria junto a su mamá de 40 años, su padrastro de la misma edad que su madre y su hermanito, Lázaro de 4 años con autismo. El asfalto lo vio crecer sobre dos ruedas e ir tatuando historias en su piel con dibujos de distintos tamaños y colores. Tiene algunos piercings, una cresta de pelo abundante y renegrido, ojos color miel, una espalda angulosa y una pierna cubierta hasta la rodilla con una ortesis de acrílico blanco, a la que también adornó con algunas calcos.
La infancia Entonces, lo que ves pasar por la avenida en forma de rayo es un pibe más andando en bici por la ciudad. Pero no es cualquier pibe, es hijo de una madre soltera que lo tuvo a los 19 años a pesar de que su padre biológico (del que Franco suele no querer hablar) hubiese preferido abortar. Nacido con 6 meses y 3 semanas de gestación, pasó sus primeros 50 días de vida en neonatología de la Maternidad Martín.
Creció en el seno de una familia de clase media baja y se crió entre sus abuelos y sus tíos maternos, viéndolos trabajar, estudiar y sobre todo hablar mucho y de muchas cosas.
Desde chico vivió en la soledad emocional de tener que afrontar una vida dura, con un padre que pocas veces estuvo presente pero alcoholizado y una madre que debió arreglárselas muy bien para no hacerle faltar nada. Pero lo más duro de todo fue enfrentarse a una innumerable cantidad de consultas médicas, tratamientos, cirugías y rehabilitaciones que debió hacer por los problemas que le causa su patología, entre ellas una ampliación vesical que le permitió dejar de usar pañales descartables a los 9 años a través de una cirugía que se realizó por primera vez la ciudad con él.
La escuela tampoco fue fácil, costó más que la institución pudiera incluirlo que hacer amigos o sacarse buenas notas. Nunca tuvo problemas cognitivos, un poco por naturaleza y otro poco por la motivación y contención que siempre le brindó su familia en la que era habitual hablar de política, arte, historia, literatura y tantos otros temas. Sus allegados creen que su incapacidad motriz hizo que desarrollara una inteligencia propia de aquellos que solo tienen el saber para defenderse.
Su particular forma de ver la vida

Manos y brazos de Franco tatuados, sobre un paisaje verde.
Y quizá porque su virtud no es la prepotencia física,Franco tiene una personalidad fuerte, a simple vista distante, pero educada y correcta. Tiene la costumbre de rascarse y masajearse la cara al hablar con una voz gruesa que muchas veces utiliza para cantar tangos en las mañanas soleadas del patio de su casa fumando un cigarrillo de marihuana o leyéndole algo de Cortazar o Roberto Arlt a su mamá.
Piensa que en una sociedad inclusiva ver a un “chabón” con ortesis andando en bicicleta no debería llamar la atención. A él no le gusta la compasión, ni siquiera cuando hay que sacar rédito de ello. Lo particular y sin entrar en cursilerías, lo verdaderamente especial de Franco, es que no es “una persona con capacidades diferentes” sino, un pibe con la inmensa capacidad de hacerte caer en la realidad en un 4×4 de arrabal.
Para él la discapacidad es un regalo invaluable; porque genera la sensibilidad que no se tiene a no ser que te recorra el cuerpo todos los días, piensa que si la sacas de la caja de cristal y la ensucias te enseña a ser más tolerante y se transforma en una oportunidad para quebrar con los estándares de la “normalidad” sin hacer esfuerzos.
Su mayor aprendizaje lo está dando a partir del descubrimiento del cannabis como terapia alternativa y natural para sus dolencias, no sólo las físicas que le produce el esfuerzo de caminar con una parálisis en la pierna sino las que producen noches de insomnio debido a los trastornos de ansiedad que empezó a padecer entrada la adolescencia.
Pasa sus días cuidando las plantas que cultivan en familia, leyendo e investigando sobre su origen y los beneficios de ellas para la salud. Su hermano con autismo también es tratado con aceite de cannabis. La planta lo educó porque lo hizo tomar conciencia acerca de los tratamientos que realiza por su salud le dio la posibilidad de cuestionar la medicina tradicional y buscar una alternativa, para él, mucho más sana y consciente.
Entre sus aficiones esta la bici que además de ser su casi único medio de transporte y su terapia, lo ayuda a pensar que puede en días tristes y camuflarse entre la gente, ama los gatos, la literatura, la música y el cine. También le gusta la fotografía y entre el arte de retratar y el arte de cultivar encontró una linda fusión que muestra a través de sus redes sociales donde se pueden ver fotos, videos e historias que retratan sus plantas, las flores y el humo que de vez en cuando tira para distenderse.
Luego de haber transitado innumerables tratamientos tanto con drogas recetadas como con especialistas que lo ayudaron mucho, pero que dejaron efectos adversos como úlceras y pánico, su interpelación a lo tradicional, no queda en el discurso sino que la lleva un poco más allá. Trabaja todos los días por la consciencia de su cuerpo y su salud, junto a su familia ayuda a otras personas con distintas patologías que buscan una mejor calidad de vida a través de alternativas como el cannabis. Para él tener opciones a la hora de tratar la salud, poder elegir entre algo natural o una pastilla, saber concretamente qué es lo que entra al cuerpo y cómo actúa enseña a tener una mirada más crítica frente a todo lo que se consume tanto en salud como a nivel cultural.
LA CAUSA DEL SINDROME DE REGRESIÓN CAUDAL SUELE SER LA DIABETES GESTACIONAL CON MAL CONTROL METABÓLICO, REPRESENTA UN CONTINUUM DE ANOMALÍAS CONGÉNITAS QUE PUEDEN IR DE ANOMALÍA VERTEBRAL DE GRAVEDAD VARIABLE CON MALFORMACIONES URINARIAS Y DIGESTIVAS, HASTA DEFICIENCIAS NEUROLÓGICAS CONGÉNITAS.
EL CANNABIS ES ACTUALMENTE UTILIZADO EN MUCHOS LUGARES DEL MUNDO CON FINES TERAPÉUTICOS, LAS PATOLOGÍAS MAS RECURRENTES EN ESTA ALTERNATIVA MEDICINAL SON LA EPILEPSIA, ENFERMEDADES DEL DOLOR, CÁNCER Y DIABETES ENTRE OTRAS. ACTUALMENTE ARGENTINA CUENTA CON UNA LEY (27350) QUE RECONOCE LAS PROPIEDADES MEDICINALES DEL CANNABIS E INCLUYE LA INVESTIGACIÓN Y PRODUCCIÓN ESTATAL DEL ACEITE, SIN EMBARGO LAS DIFERENTES AGRUPACIONES CANNABICAS SIGUEN RECLAMANDO UNA AMPLIACIÓN DE LA LEY QUE PERMITA, MEDIANTE REGULACIÓN, EL AUTOCULTIVO.
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