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LA MIRADA DE LAS NIÑAS, LOS NIÑOS, LES NIÑES Y LAS JUVENTUDES: ANTES Y DURANTE LA PANDEMIA.


En la imagen se observa el dibujo de 8 niñes tomades de la mano y felices. Un niño está en silla de ruedas, una niña usa muleta y entre todes se observan distintas características étnicas y culturales.
En la imagen se observa el dibujo de 8 niñes tomades de la mano y felices. Un niño está en silla de ruedas, una niña usa muleta y entre todes se observan distintas características étnicas y culturales.

UNICEF Argentina publicó los resultados de la encuesta realizada en conjunto con la Fundación IPNA denominada: "¿Cómo afecta el aislamiento social, preventivo y obligatorio a los hogares con discapacidad?”. En la misma participaron alrededor de 5000 personas de las cuales más de la mitad fueron adolescentes y jóvenes.


"La pandemia por el COVID 19 ha generado diversas consecuencias sociales, económicas y políticas {…} modificando las rutinas familiares, los hábitos cotidianos y los modos de vincularnos entre unos y otros". Con estas palabras, poniendo el foco en las infancias y en las juventudes, comienza el informe que tiene como objetivo conocer cómo transitan los niños, niñas y adolescentes con discapacidad, el aislamiento social y la pandemia, en el marco de la promoción del cumplimiento de sus derechos.


‘Escuchar y tomar en cuenta las opiniones de la niñez, la adolescencia y la juventud es un derecho fundamental…’

Según el informe la mayor sensación experimentada durante estos meses, por les encuestades, es de aburrimiento, motivada en un 32% de los casos por el impedimento de vincularse con otras personas, en un 30% por no poder ir a la escuela y en un 15% por no poder salir a pasear. Al mismo tiempo, la mayoría de les encuestades manifestaron comunicarse con sus familiares y amistades mediante el celular y videollamadas con una frecuencia de, 2 o 3 días el 34%, al menos 1 vez al día el 30% e incluso hasta varias veces al día el 23%.


En el marco de la obligatoriedad del aislamiento preventivo, las rutinas y la organización de las personas con discapacidad también se encontraron modificadas. El 67% de ellas indica la necesidad de nuevas rutinas para favorecer la autonomía, una demanda que está presente en el colectivo de las personas con discapacidad desde tiempos pre-pandémicos.


Los vínculos con les otres y con los deseos y los derechos y las formas de complementarlos, se vieron sumamente modificados ya que del total de las personas con discapacidad encuestadas, que asistían a instituciones solo un 35% recibieron contención y asistencia a través de líneas telefónicas, mientras que un 10% recibió alimentos y otro 3% materiales pedagógicos. Simultáneamente, el 39% de los hogares en los que vive una persona con discapacidad no recibió ningún tipo de apoyo.


Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en su Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad del año 2010, el 10,2% de la población de Argentina tiene algún tipo de discapacidad, de este porcentaje el 93,3% de la población de 6 a 14 años y el 27,6% de 15 a 39 años, asiste a establecimientos de educación formal.


La Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la que Argentina adhiere desde hace 10 años, establece que los Estados Partes deben garantizar a las niñeces y juventudes con discapacidad el acceso a un sistema educativo inclusivo en todos los niveles y a lo largo de la toda la vida, desarrollando el respeto por los derechos humanos, el máximo de la personalidad y la posibilidad de una participación efectiva en una sociedad libre.


Sin embargo, los datos expresan que, desde antes de la pandemia, las infancias y las juventudes con discapacidad son entre 15 y 19 puntos más analfabetas que las personas sin discapacidad, no ofrecer herramientas ni apoyo desde una institución implica la vulneración de lo establecido por la CDPD (Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad).


El deseo y el derecho, proyecciones hacia un futuro sin capacitismo


Según el Artículo 7 de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, los Estados Partes del mismo se comprometerán a asegurarle a las infancias y a las juventudes con discapacidad el cumplimiento de todos los derechos en igualdad de condiciones que las demás infancias y juventudes, mediante la consideración de la protección del interés superior del niño.


La figura del deseo como derecho tomó relevancia en medio de la pandemia, dado que la población mundial se vio obligada a resignarlo. Su revalorización y protagonismo ha llevado a resignificar el concepto y en este sentido, es necesario pensar qué pasa con el deseo de muchas infancias y adolescencias que en muchos casos no es escuchado ni tomado en consideración, vulnerándose derechos y voluntades, oportunidades y posibilidades.

¿No están, aquelles que esperan el regreso a la escuela, al club, a la casa de las amistades o de las familias, deseando? ¿No estarán esperando además el regreso de los espacios donde sus deseos son escuchados y acompañados, incluso defendidos junto con sus derechos?

Así como el vínculo en los espacios sociales fue repensado y modificado en los últimos meses y que parece proponer un panorama completamente distinto sobre la manifestación del deseo y el derecho, en lo social, en lo institucional e incluso en el interior de nuestras relaciones obligándonos a establecer y definir protocolos de prevención y seguridad para la vuelta a la normalidad o para la construcción de una nueva normalidad, podríamos pensar la relación entre el derecho y el deseo, para garantizar el goce de los derechos y prevenir su vulneración.


Quizá esta sea una nueva oportunidad para crear una “normalidad” que nos incluya a todas, todos y todes, sin importar desde qué lugar o cómo construimos el mundo.



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